RESUMEN DEL CAPITULO 7 DEL MANUAL DE SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN.

  

 

CAPÍTULO 7:  EL ALUMNADO COMO GRUPO SOCIAL. LA RELACIÓN EDUCATIVA. INTERRACCIONES EN EL AULA.

 

TANIA DIAZ

MARTA PEREZ

CARLOS GÓNZALEZ-TREJO

EVA LÓPEZ

VICTOR TAJUELO

PAULA POZUELO

CESAR PLEITE

ISAAC HOYO

WIAM LAAOUINA

JUAL MORAL

RAFA GARCÍA-DONES

SERGIO LÓPEZ

ELENA BERMÚDEZ

 

FACULTAD DE EDUCACIÓN

 UNIVERSIDAD DE CASTILLA LA MANCHA.

 


 

 

 

7.1 Efectivos y composición interna del alumnado.

 

El alumnado del sistema educativo español del curso 1994-95 ascendió a más de 9 millones de personas, lo que quiere decir que el 25% de los españoles seguía algún curso en el sistema de educación formal desde la escuela infantil a la universidad. No obstante, desde el curso 1991-92 al 1994-95 el sistema perdió medio millón de efectivos pese a que se aumentó la escuela obligatoria y la escolarización infantil.

 

 La presencia del estado en la educación española es una de las más reducidas entre los países de nuestro ámbito geográfico, pues únicamente en Bélgica y Holanda la escuela estatal o pública acoge a un porcentaje menor que en nuestro país. 

 

La red privada en España ha gozado tradicionalmente de un trato de favor, bajo el principio de libertad de la enseñanza, entendido como el derecho que le asiste a la iglesia católica y a sus órdenes religiosas a establecer centros escolares.  A ello se ha unido la confesionalidad del estado y la aceptación del principio de subsidiariedad por el cual el estado solo debe construir escuelas allí donde la iglesia no lo hace.

 

Las escuelas privadas se sitúan en la zona de mayor nivel de vida, mientras que la pública en el resto. Las provincias con mayor porcentaje de alumnos en escuelas privadas son las que gozan de mayor renta per cápita (Barcelona, Baleares…), por el contrario, las provincias con menor nivel de vida tienen un menor porcentaje de alumnado en escuelas privadas.

 

A partir de 1978 se crearon miles de nuevos centros de todos los niveles pero por razones demográficas a partir de 1989-90 este proceso de aumento de tasas de escolarización comenzó a decrecer.

Conforme aumenta la edad en el alumnado hay mayor diferenciación social.

En 1986 solo 8 de cada 100 jóvenes de 25 años seguían estudiando. A nivel de género las chicas desplazan a los chicos en BUP y COU, y los chicos siguen una mayor proporción que las chicas en los estudios de formación profesional (58%) excepto en la ramas comercial, estética…

 

El abandono de los chicos de la vía académica se debe en primer lugar a la inclinación de las familias para que se incorporen al mundo laboral, y en segundo lugar a los malos resultados académicos.

Así pues, el alumnado es una categoría motivada por la edad, el género y el origen social.

 

7.2. Grupos de edad y sistema educativo.

 

La educación se divide por grupos los cuales están divididos por la edad, la cual avanza y produce un avance en los ciclos iniciativos los cuales se pueden explicar debido al paso del ciclo educativo y en menor cantidad por la incorporación al mundo laboral ya que hay un elevado paro juvenil. La psicología evolutiva se acercó junto a la ciencia y así la psicóloga Valerie Walkerdine clasificó y reguló la base de la pedagogía moderna.

El psicólogo Jean Piaget fue reconocido por haber dividido las etapas de la evolución de la mente humana de una manera concreta dividiendo en 4 grandes grupos:

-        La fase sensorio motriz: En esta época que dura hasta los 2 años el niño se encuentra en la educación maternal donde desarrolla los sentidos y su movimiento corporal.

-        La fase preoperacional: Coincide con la educación infantil donde el niño se organiza y entra en razón con su mundo reconociendo objetos mediante imágenes.

-        Fase de las operaciones concretas: Coincide con la educación primaria donde se inicia la lógica y los sentimientos morales y sociales.

-        Fase de las operaciones formales: A partir de los 12 y coincide con el inicio de la educación secundaria y es donde se desarrollan las fases intelectuales y la entrada a la sociedad de los adultos.

Según Piaget también investigó el seguimiento de estas etapas donde podemos destacar las siguientes:

-        Existe una correspondencia entre la infancia y la educación infantil y primaria ya que se pasa de una educación blanda a una educación dura donde se prepara para asignaturas individuales.

-        La adolescencia que se desarrolla en la educación secundaria donde se prepara para una competencia individual y donde se concretan los grupos de amigos.

-        La juventud es esa etapa en la cual se deja ver aquellos valores que has ido aprendiendo y donde hay una distinción entre clases respecto al futuro de los jóvenes

 

7.3 Las relaciones sociales en el aula.

 

Según Olive Banks, la sociología ha preferido estudiar el rol del profesor en la comunidad o en la escuela antes que en el aula. Como consecuencia de esto, los estudios estudios de la docencia han tendido a basarse en conceptos y métodos más psicológicos que sociológicos.

 

Para Parsons, pionero de la sociología contemporánea, la escuela es un órgano de socialización y el conducto principal del proceso selectivo. En el aula se desarrollan dentro de cada individuo una serie de habilidades para desempeñar tareas individuales y valores, cuya asimilación permite una diferenciación en función del rendimiento y capacidad para alcanzar los objetivos fijados por el profesor.

 

Sharp y Green, que estudiaron hace un par de décadas la agrupación social en el aula, ven a los profesores en un contexto en el que deben establecer consciente o inconscientemente, una diferenciación jerárquica de los alumnos en las aulas. En la situación del aula, reconocen la existencia de dos paradojas.



1.     Mientras que a nivel de ideología el profesor predica un trato igual hacia todos los alumnos, en el nivel práctico este sólo se aplica a unos pocos.

2.     Hay una marcada diferencia de grado entre los alumnos en términos de las cantidades y clases de interacciones que tienen con sus profesores.

 

El profesorado se encuentra con el problema de qué hacer en el aula, en el marco de una estructura de relaciones sociales y materiales más amplia, que comprende las expectativas de sus compañeros y de los padres. También forman parte de esas estructuras las limitaciones de los alumnos, su número y sus demandas y la arquitectura y diseño de las aulas.

La solución práctica que los profesores plantean para hacer frente a todas esas presiones es la laboriosidad, que consiste en mantener continuamente ocupados a sus alumnos en el aula, mediante la realización individual o en grupo de trabajos y ejercicios que no requieran su constante atención y supervisión.

Del sistema de laboriosidad, surge la estructura interna del aula y se constituyen diferentes tipos de alumnos:



·        La clase alta de los alumnos brillantes, interesados e interesantes y próximos al ideal de perfección del profesorado.

·        La clase media de los alumnos normales.

·        La clase baja de los alumnos problemáticos, aquellos etiquetados como molestos, que suponen una amenaza para la competencia profesional del profesor y no puede introducirlos en las rutinas del aula sin grandes problemas.

 

Para el profesorado, mientras los alumnos-problema reflejan la dificultad y dureza del trabajo docente, los más brillantes sirven de indicador de lo que el profesor es capaz de desarrollar. De esta manera se produce la jerarquización y la diferenciación de las oportunidades materiales en la vida de los alumnos dentro de la estructura social de la clase.

 

7.4. Las interacciones en el aula.

El análisis de las interacciones en el aula es el enfoque derivado del interaccionismo simbólico que hace referencia a las relaciones interpersonales como la relación educativa y la comunicación.

·     Desde el punto de vista relacional se ha planteado diferentes tipos de acciones mutuas y recíprocas entre los profesores y alumnos o entre los alumnos…

·     Desde el punto de vista emocional analiza las interacciones en el aula que van dirigidas hacía el contenido o transmisión de información educativa.

Por ejemplo: preguntas, señales, gestos…

El interés más reciente de la sociología por lo que ocurre en el interior de las aulas procede del interaccionismo simbólico y de la nueva sociología de la educación.

La sociología deja de ver la escuela como una “caja negra” o cámara fotográfica , en la que no le importa conocer los resultados que se obtiene con la materia prima ( la foto final) que reciben los alumnos si no se realizan etnografías escolares mediante la observaciones de los procesos interactivos en las aulas, patios o salas de profesores para establecer los diferentes tipos, frecuencias y contenidos de interacciones en las que se elabore conocimiento escolar para ver que pasa dentro de la “caja negra”, es decir como se hace la foto.

Dependiendo de los elementos como el origen social, género o la aptitud que intervienen en ellas, se establece si las relaciones entre el profesorado y el alumno son simétricas (igualdad) o, por el contrario, son asimétricas (desigualdad). 

Por lo tanto, el concepto de interacción se aplica a que un grupo de personas llega a definir de una manera común, en la que ven lo que ocurre en el mismo modo y coinciden en la forma más adecuada ante esa circunstancia. Según Weber se podría decir que comparte el mismo significado asignado a la situación.

 

 

7.4.1 Tipos de interacciones.

Durante la clase los alumnos como el profesor se ajustan continuamente su conducta y se van posicionando ante una serie de situaciones diversas.

Las interacciones en el aula se llevan a cabo entre:

 

El profesor/a y los alumnos/as. El profesor se dirige a la clase para mantener la disciplina o el orden o las diferentes modalidades de explicación.

Los alumnos/as y el profesor/a. Las diferentes preguntas que hace el alumno durante el desarrollo de la clase. Por ejemplo intervenir, petición de ir al aseo, levantar la mano para aclarar dudas…

Los alumnos entre sí. Las interacciones que realizan los alumnos entre ellos como pedir ayuda o copiar en un examen… Cada alumno y alumna de una clase pasa una gran parte de cada unidad didáctica interactuando con su compañero y compañera.

 

El estudio de las interacciones es un instrumento de descripción y tipificación de las relaciones sociales en el aula y los análisis de la construcción social del conocimiento.

 

7.4.2. Los enfoques formal  comprensivo.

 

La existencia de dos enfoques analiza la observación dentro del aula:

 

- Enfoques formales. La observación la realiza mediante el uso de

sistemas normalizados, a través de plantillas de registro para la

medición de las diferentes modalidades de interpretación,

especificaciones que las llevan a cabo, en que consiste, cuánto

dura..., es decir, se basa en la interpretación del profesor con los

alumnos dependiendo del género, cultura…

 

           - Enfoque comprensivo. Es la situación que los agentes implicados

realizan para comprender y captar el significado que les atribuye a

sus acciones. La presencia del observador en el aula se dirige a

captar conversaciones y comunicaciones simbólicas para interpretar

la situación.

 

Un ejemplo del análisis formal aparece en el libro de Marina Subirats y

Cristina Brullet (1998) sobre la transmisión del código de género en la escuela

mixta, donde se registran las preguntas que el profesorado dirigía a sus

alumnos en función de su género y el tipo de expresiones que dirigen a chicas

y chico… Otro estudio Hargreaves (1967) para identificar la categorización de

los grupos pro y anti-escuelas.

Un ejemplo del segundo enfoque es la etnografía que realiza Paul Willis en su clásico estudio “Learning to Labour” (1997) que consiste en que un grupo de jóvenes pertenecientes a la clase obrera rechazan la cultura escolar ya que tenían actitudes machistas y racistas.

 

7.5. La iniciativa del profesorado en la interacción educativa.

El rol del profesor en el aula se considera ciertamente central tanto por su status como por sus atributos que le conceden ser la única persona adulta en la clase y su reconocimiento legal de sus conocimientos y título.

El poder del profesor se hace sentir en una serie de protagonismos en la relación pedagógica.

La relación pedagógica entre profesor y alumnado es una actividad de imposición e inculcación de un arbitrario cultural y los dos grandes aliados del profesor en esta relación son las particularidades del espacio (posición en el aula, en la tarima…) y el uso de un lenguaje difícil y distante.

Por tanto los protagonistas del profesorado condicionan decisivamente la relación de enseñanza-aprendizaje con el alumnado.

 

7.5.1. El efecto Pigmalión.

El efecto Pigmalión, en psicología y pedagogía, se refiere a la potencial influencia que ejerce la creencia de una persona en el rendimiento de otra.

En los años 60, Rosenthal y Jacobson realizaron un experimento con alumnos de clase obrera y con menos recursos en Oak School, una escuela situada en un barrio pobre cerca de San Francisco. Este experimento trataba de realizar unos test de aprendizaje y conocimiento a alumnos de preescolar y tercer curso de primaria en los que de cara al curso siguiente se designarían algunos alumnos al azar y se les animaría y se confiaría en ellos de una forma más especial para ver si era cierto que la influencia de otras personas sobre una en concreto daba buenos resultados, y así fue, a mitad de curso y al finalizar se realizaron nuevos test y se vio el progreso positivo tanto de aprendizaje como de comportamiento en el aula de los alumnos

asignados para realizar el experimento y su posible progresión de cara al futuro.

Por lo que el efecto Pigmalión se vio favorecido y se reconoció que el profesor con actitudes positivas, lenguaje corporal, expresiones…si influye en los alumnos de cara a su rendimiento.

 

7.5.2. La teoría del etiquetado.

El etiquetado de los alumnos es otra de las posibles intervenciones sociológicas del

profesorado en la relación educativa. Dicha teoría es desarrollada por Howard S. Becker.

La teoría del etiquetado señala que la desviación surge de la interacción entre dos partes, el etiquetador y el etiquetado y es un proceso social en torno a tres elementos: la comisión de alguna acción por el etiquetado, la interpretación de dicha acción como desviada por el etiquetador, que le lleva a definir al otro como desviado y darle el tratamiento adecuado, y por último la reacción de este tras la etiqueta adjudicada.

 Así pues, la conducta desviada no es una simple transgresión de una norma, sino la respuesta de los otros a dicha acción, de manera que produce un efecto permanente de etiquetado en el transgresor que amplía la desviación y por tanto marca el comportamiento de ciertos alumnos con algunos maestros, normalmente negativamente.

Por tanto la acción de etiquetar supone un estigma para el etiquetado, ya que se le rechaza públicamente.

 

7.5.3. Diferenciación y polarización.

Se trata de la tercera modalidad de intervención del profesor en la relación educativa. Se distinguen dos procesos , el de diferenciación y el de polarización.

·        Diferenciación: Se trata del proceso por el cual los profesores separan y ordenan a los alumnos en función de una serie de criterios que establece la institución escolar. Los criterios que se tienen en cuenta son las escalas académicas y actitudinales , ambas interdependientes dentro del aula debido a la conducta y el comportamiento en clase que repercute a los resultados académicos.

Este proceso de diferenciación se va produciendo gradualmente y de manera dual ya que los alumnos sobresalientes se reconocen en primer lugar y los mediocres en segundo lugar.

·        Polarización: Se produce como resultado de la diferenciación que ejerce el profesorado , dando como resultado que surjan subgrupos culturales que se oponen a la cultura dominante de la escuela.

7.6. La sala de profesores como válvula de escape y ámbito de socialización.

 

La sala de profesores es el lugar donde los profesores y profesoras liberan las tensiones que han acumulado por el trabajo docente, donde intercambian la información acerca de los alumnos y donde conversan de temas relacionados con su trabajo personal y de la sociedad en que se incluyen. 

 

La ausencia de las salas de profesores puede ser parcial o totalmente cubierta por el bar del centro, la cafetería de la esquina, del gimnasio o del despacho más acogedor que reúna a la mayoría de profesores de forma habitual. En muchos colegios está extendida la práctica de reunirse todos los profesores a desayunar durante la hora del recreo. Este momento y el de “la hora de la exclusiva” son muy importantes para la marcha personal y colectiva del profesorado, incluso más que un claustro formalmente convocado. En los institutos de primaria también ocurre, aunque al no coincidir todo el profesorado debido a los diferentes horarios, sus efectos pueden ser más dispersos.

 

Dentro de las salas de profesores existen ámbitos separados en términos de género y de orientación ideológica. Además de las divisiones formales, como zona de fumadores y no fumadores, también se forman divisiones informales, como zonas de hombre y mujeres con sus animadas charlas de diversos temas. Algunos componentes fundamentales de las salas de profesores son el humor y la risa.

 

Los temas de conversación más frecuentes en magisterio son los alumnos, el aula y la profesión, quedan atrás los temas familiares, de los que maestros/as hablan en los ratos que no están con los alumnos. Se sitúan en segundo plano las relaciones con los padres y la política, por delante de los programas de TV. Es mucho más propenso a hablar de temas más serios, como “educación y pedagogía”. 

 

Peter Woods (1976), un conocido y experto etnógrafo, describe la sala de profesores como el área privada colectiva, donde se puede reconocer las identidades de los diferentes profesores. Se comporta como una zona tranquila, donde algunos profesores aprovechan alguna hora libre para corregir ejercicios o preparar algún tema. Además esta sala reúne a profesores que comparten el desayuno, comentan las noticias… Estos momentos de descanso refuerzan al grupo de profesorado.

 

Martyn Hammersley (1976) considera también, que la conversación es la actividad más importante que se realiza en la sala de profesores. Sirve de relajamiento de las tensiones acumuladas durante los periodos lectivos y para pasar información, acerca de actitudes y cualidades del alumnado. Esto último es una fuente de reproducción de etiquetas y prejuicios sobre los alumnos y constituyen la segunda etapa del proceso de clasificación del alumnado por el profesorado. Este proceso iniciado en el aula trata sobre dos preocupaciones fundamentales del profesorado: el aprendizaje y el orden.

 

7.7. La resistencia del alumnado y las subculturas escolares.

 

El conocimiento escolar es el resultado de la negociación que llevan a cabo los agentes sociales encargados de contextualizar la cultura oficial en la escuela. Por lo que, es el conjunto de conocimientos, métodos de transmisión y evaluación y el lenguaje asociado a la escuela. Esto se impone mediante la violencia simbólica, la cual cuanto mayor sea la diferencia entre la cultura oficial de la escuela y la que traiga el alumnado mayor será la violencia. Pero, se utilizan recursos extra-escolares para resistir la autoridad y el orden de la escuela, que reciben el nombre de subculturas. A la cultura oficial se le oponen otras culturas, como plantean sociólogos como Willis, Apple, Giroux o Walkerdine. Estos ven una lucha entre la cultura oficial y las culturas dominadas del alumnado de clase obrera. Walkerdine plantea que hay que ver al sujeto como un nexo de subjetividades, es decir que el sujeto aporte sus creencias y opiniones. Willis ayuda a la reproducción social mediante el sistema capitalista. Fernández Enguita distingue dos formas de resistencia: de oposición (alternativa a los valores dominantes) y de compensación (la persona se defiende en una situación beneficiosa). Giroux, sin embargo, se ve más optimista en la iniciativa de los estudiantes, pues cree posible una práctica educativa liberadora.

 

7.8.Las interacciones de género y las actitudes del profesorado.

 

Aunque es cierto que “la escuela proporciona la experiencia más importante de igualdad que hoy puede tener una mujer dentro de nuestro sistema social” (Fernández Enguita, 1990: 130), el problema sigue estando ahí: a pesar de que las chicas son más en número y obtienen mejores resultados académicos. La educación mixta no supone aún la coeducación y las chicas sufren los prejuicios y estereotipos de parte de sus compañeros y el profesorado. En un estudio dirigido a descubrir las formas sutiles en que las relaciones en las aulas avivan y sostienen las divisiones sexuales, Stanworth llega a la conclusión de que las chicas son colocadas en los márgenes de las interacciones en el aula, con consecuencias perniciosas sobre las imágenes que alumnos se forman acerca de la capacidad y valor de ambos sexos.  A pesar de los resultados escolares y de una buena valoración por parte de sus profesores, la marginación de las chicas en las aulas y la menor atención que le prestan profesores y profesoras contribuyen a la idea de una mayor capacidad y dominio del sexo masculino. El modo en que alumnos y profesores se relacionan mutuamente no sólo transmite creencias acerca de la superioridad de un sexo sobre otro, sino que sirve para cimentar activamente esas creencias en la experiencia personal. En concreto, parece comprobado que son los nombres de las chicas los que los profesores o profesoras aprenden en último lugar y los que recuerdan con mayor dificultad, prueba evidente de esa marginación. Por ello, y si es cierto que los alumnos toman como un signo positivo de aprobación que el profesorado sepa y recuerde su nombre lo antes posible, tal circunstancia contribuye de un modo evidente a una invisibilidad (anonimato) perjudicial para su rendimiento escolar. Así pues, los chicos protagonizan las interacciones en el aula y son el principal foco de actividad y atención, incluso en términos de conducta. Eliminar ese sexismo existente es un paso necesario para construir un modelo de coeducación, en el que el trato igualitario a niños se corresponda con un nuevo sistema de valores que transmita los aportes de ambos géneros por igual, sin imponer ninguno sobre otro.

 

 

Textos seleccionados 

 

Los códigos elaborados y restringido

 

Se presentan dos tipos de códigos: los códigos restringidos y los códigos elaborados. Los primeros apenas están vinculados a la estructura local, con el resultado de tener el poder de realizar cambios en los principios. Sin embargo, en los códigos elaborados, están vinculados a una estructura local, teniendo así una reducida potencialidad de realizar cambios en los principios. El socializado, al usar los códigos elaborados tiene acceso a las bases de su propia socialización, de forma que entra en una relación reflexiva con el orden social que ha empezado a controlar. En cambio, al usar los códigos restringidos, el socializado , tiene menos acceso a las bases de la socialización , y por tanto la reflexividad puede ser más limitada en alcance.   (Ejemplo pág 165 manual).

 

Interacciones de niños y niñas en el aula: resistencia, poder y género. 

 

Resistencia, la resistencia es la continua lucha contra la opresión, contra los constantes desplazamientos, etc. El análisis argumenta que: la mujer siempre ha estado oprimida, pero según el manual, ha estado oprimida dependiendo del l ámbito en el que se haya movido, una mujer como enfermera, se la ha conocido como la que ayuda al médico (hombre), en cambio en el hogar siempre ha hecho de matriarca. 

 

 

Bibliografía

Guerrero Serón, A. (Julio 2022). MANUAL DE SOCIOLOGÍA EN LA EDUCACIÓN. Madrid: SÍNTESIS.

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